dimecres, 4 de març del 2009

Jesucristo García




Concreté la fecha de mi muerte con Satán.

Le engañé y ahora no hay quien me pare ya los pies.

Razonar es siempre tan dicifil para mí.

Que más da si al final me sale todo siempre bien del revés.


Nací un buen día, mi madre no era virgen

no vino el rey, tampoco me importó.

Hago milagros, convierto el agua en vino,

me resucito si me hago un canutito.

Soy Evaristo, el rey de la baraja

vivo entre rejas, antes era chapista

los mercaderes ocuparon mi templo y me aplicaron ley antiterrorista.

¿Cuánto más necesito para ser dios?

¿Cuánto más necesito convencer?

Y perdí la cuenta de las veces que te amé.

Desquicié tu vida por ponerla junto a mí

Vomité mi alma en cada verso que te dí

Olvidé me quedan tantas cosas que decir

Por conocer a cuantos se margina

un día me vi metido en la heroína

y aún hubo más, menuda pesadilla,

crucificado a base de pastillas.

¿Cuánto más necesito para ser dios?

Extremoduro, Jesucristo García.