dijous, 18 de novembre del 2021

Sentido de la realidad


 

La sucesión de los acontecimientos ha provocado fenómenos que no hubiera creído posibles en la sociedad catalana, como, por ejemplo, la pérdida masiva del sentido de la realidad en favor del primado emocional o la fe ciega en ciertas personas y promesas. Así, en vez de la esperable exigencia de responsabilidades por la mala gestión del procés y la evanescencia de las ilusiones creadas por él, se persiste en el apoyo inquebrantable a sus protagonistas, cuyos seguidores han convertido ahora en víctimas de una persecución política y judicial.

Solo desde este marco mental se puede comparar el procés con los grandes hitos históricos de la lucha por los derechos civiles y políticos, o a los políticos que se encuentran en prisión o en el extranjero con los exiliados, los represaliados y los condenados tras la guerra civil y durante la dictadura franquista. No suena muy serio pretenderse víctima de un Estado autoritario y opresor para justificar, al estilo de Gandhi o Mandela, no ya la desobediencia civil, sino la insubordinación contra la Constitución y las leyes por considerarlas injustas con Cataluña, aunque, eso sí, sin querer asumir ninguna de las consecuencias que todo político solvente hubiera debido calcular. Ya he dejado muy claro lo que pienso tanto de la actuación de la policía el 1-O como de la causa judicial abierta contra los líderes del procés, pero puedo afirmar con la misma claridad que hay una evidente desproporción e inexactitud en estas comparaciones y en el imaginario que han contribuido a crear.

Antoni Bayona, No todo vale.