dijous, 13 de desembre del 2012

Disclosure Project. Transcripción

“Ya en 1965 empecé a interesarme por la idea de que el universo está lleno de civilizaciones inteligentes, que es lo que actualmente muchos científicos creen. Los científicos estiman que hay unas 100.000 millones de estrellas en nuestra galaxia, y que en el universo visible hay unas 100.000 millones de galaxias. Hay tantas estrellas en el universo proyectando luz a su alrededor para poder dar origen a vida... Incluso si asumimos que hay una opción entre un millón de que esto sea posible, habría cientos de millones de mundos en el universo”.
Stanley Kubrick



DISCLOSURE PROJECT. Conferencia de 2001 en el National Press Club, Washington D.C. Transcripción al castellano de los 18 primeros testimonios.

[Para ver el vídeo de la conferencia completa: http://www.netro.ca/disclosure/npccmenu.htm ]


1; JOHN CALLAHAN. EX DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE ACCIDENTES E INVESTIGACIONES DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es John Callahan y soy un empleado retirado de las Fuerzas Aéreas. Era Jefe de División del Departamento de Accidentes e Investigaciones en Washington DC. Dos años antes de retirarme recibí una llamada de la región de Alaska con el siguiente contenido:
“Tenemos un problema aquí y no sabemos qué decir a los medios”. Les dije: “¿Decirle a los medios, qué?”  “Acerca el UFO”, me respondieron.  En ese momento hice lo que cualquier empleado del gobierno debe hacer: que dijera a la prensa que “en este momento lo estamos investigando.” Pedí que enviaran todos los datos a la base de las Fuerzas Aéreas en Texana, Atlantic City. Al día siguiente, mi jefe inmediato, el director de coordinación de las Fuerzas Aéreas en Atlantic City, ya tenía una grabación del acontecimiento. Reproducimos la cinta en Atlantic City en una pantalla plana con un reproductor DVD, y vimos exactamente lo mismo que habían visto y oído el piloto y el controlador aéreo. Al día siguiente informamos en un resumen de 5 minutos al administrador [de la base], el almirante Engen, respecto a lo que había sucedido. Después del briefing, el almirante me pidió si podía ver el vídeo. Lo reproducimos para él y lo vimos entero. Al día siguiente, Engen preparó una reunión para que yo pudiera mostrarlo a un equipo científico del presidente Reagan. Cuando acabó la reunión, les entregué todos los datos.
Aquella mañana, en la sala oval de las Fuerzas Aéreas, de 9 a 10 de la mañana, se encontraban 3 representantes del equipo científico de Reagan, 3 representantes de la CIA, 3 del FBI y no recuerdo quiénes eran el resto de los presentes. Estos señores se reunieron conmigo y otros expertos de las Fuerzas Aéreas. Pudieron hablar y decidir del hardware y el software [expresión para significar que se habló extensamente del asunto]. Pusimos sobre la mesa todos los documentos: el vídeo, los datos impresos que recogieron los ordenadores. Cuando acabó la reunión, uno de los hombres de la CIA nos dijo: “queremos mantenerlo en secreto. Esta reunión nunca ha tenido lugar y el hecho que hemos tratado nunca ha sucedido. Cuando le pregunté el por qué, me respondió: “le diremos al público que era un avión espía. Es la primera vez que hemos grabados datos de radar de un UFO durante 30 minutos. La gente se va a poner muy nerviosa. No le contaremos al público nada de lo sucedido porque cundiría el pánico. Volveremos a estudiarlo más adelante.”
He contado esta historia muchas veces y la gente la encuentra graciosa. Traigo conmigo las grabaciones de la voz de los controladores aéreos involucrados y las cintas originales de las Fuerzas Aéreas. Después de que estos documentos fueran entregados al personal del Presidente, me dije: “por lo que entiendo, en las Fuerzas Aéreas queremos diferenciar entre casos de UFOS y tráfico [aéreo norma] y, por lo que veo, ¡no supone ningún problema! Tengo una copia de la grabación original, que por cierto es bastante interesante. Y también tengo conmigo los informes posteriores que llegaron a mi oficina. Porque como no era ningún problema de tráfico aéreo de las Fuerzas Aéreas, los informes acabaron en una mesa de mi oficina. Cuando me retiré, el personal de la oficina empaquetó mis pertenencias y me las mandaron a casa. Entre ellas, una caja que encontré hace poco y en la que descubrí un texto mío de 1992. Eran de los primeros contactos de UFO vía radar [que las FAA habían registrado]. Lo pueden copiar de este original. En el documento, que lo titulamos “Incidente UFO”, se encuentra el caso del vuelo de Japan Airlines 1648 del 18 de noviembre de 1986. Estoy preparado para testificar ante el Congreso y jurar ante el Congreso que todo lo que he contado y todo lo que hay en estos documentos es verídico.

2; CHARLES BROWN, TENIENTE CORONEL DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días. Espero que me entiendan, estoy un poco nervioso. Mi nombre es Charles Earl Brown, soy teniente coronel de las Fuerzas Aéreas Americanas, retirado desde hace siete años. Durante la II Guerra Mundial fui piloto destinado al Oeste de Virginia, participé en los alistamientos patrióticos del Ejército de los EE.UU., en los bombardeos en Europa y en el transporte de tropas en el Pacífico.
Acabé la carrera universitaria en el verano de 1949 y fui llamado al servicio activo para servir a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Fui asignado a una organización denominada Oficina de Investigaciones Especiales (OSI). Como muchos de ustedes sabrán, la OSI fue creada por las Fuerzas Aéreas en 1947. La OSI acabó siendo una agencia satélite de la CIA [la CIA fue creada en 1948] dentro de las Fuerzas Aéreas. Así que todo era relativamente nuevo. Por lo que sabemos, en 1947 empezaron a captar UFOS vía radar. Los servicios de inteligencia de las Fuerzas Aéreas se ubicaban en el Centro de Inteligencia Técnica, en la base de las Fuerzas Aéreas Aeroespaciales de Wright Patterson. Yo tenía mi oficina en un edificio adjunto a la base. Nuestra organización pasó a ser la Agencia de Investigación Mundial de las Fuerzas Aéreas para los casos de objetos voladores no identificados. Eso fue así durante dos años. El nombre del proyecto que desarrollamos entonces fue “proyecto Grudge, fue el predecesor del [famoso] “Proyecto Bluebook”.
Durante mi trayectoria allí, yo recopilaba los datos que eran enviados a mi oficina y los analizaba como piloto investigador. Era capaz de ofrecer algunos consejos de estudio al personal de Inteligencia Aérea. Probablemente creerán que teníamos una enorme oficina dedicada a ello pero lo cierto es que el personal éramos yo, una secretaria y un sargento técnico. Ese fue el origen de Bluebook, que empezó como Proyecto Grudge. Bluebook no desperdició nada de nuestro trabajo en el proyecto Grudge.
Durante una revisión de análisis de estos muy elaborados informes, me convencí claramente que había algo concreto en todo aquello que estábamos documentando. De algunos de los avistamientos teníamos pruebas visuales terrestres, de radar, pruebas aéreas y de radar aéreo. Las personas que realizaban los avistamientos eran desde pilotos de aerolíneas, pilotos militares a oficiales de policía. La vida de algunas de esas personas dependía de lo que se había archivado en esa base de datos. Son personas muy creíbles.
Espero que el testimonio dado aquí por gente de gran credibilidad les convenza de ello y permita que avancemos en este Disclosure Project del Dr. Steven Greer. Para llamar la atención de los americanos y de los ciudadanos de todo el planeta que estos vehículos han sido vistos y confirmados alrededor del mundo. Me preparo para prestar declaración o testificar según mi juicio y lo que he observado. Este tipo de cosas existen, por favor créanme, por favor créanme. Gracias.

3; MICHAEL SMITH, SARGENTO DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.U.
Mi nombre es Michael Smith, fui sargento de las Fuerzas Aéreas entre 1967 y 1973. Era controlador aéreo y operador de alerta del servicio de mañanas. A principios de 1970 estuve destinado en la base Klamath Falls, Oregon. Llegué una mañana al puesto de radar y mis compañeros estaban observando un UFO en el radar. Estaba flotando a una altura de 24.000 metros [suspiro de nervios]. Estuvo allí durante 10 minutos, descendió lentamente y desapareció del radar durante unos 5-10 minutos. Apareció de repente estacionado a 24.000 metros de altura. En la siguiente pasada del radar, el objeto estaba a unos 370 kilómetros de distancia, también estacionado. Flotó allí durante 10 minutos. Realizó el mismo ciclo dos veces más.
Cuando todo volvió a la normalidad, tras el avistamiento del UFO, pregunté a mi compañero si lo había notificado al NORAD (North American Aerospace Defense Command). Me dijo que no era necesario, que estarían en camino. “Tú, cuida de ti mismo. Sólo es necesario hacérselo saber a la base”, es lo que me respondió.
Una noche, a finales de año, el NORAD me llamó para hacerme saber que un UFO se acercaba siguiendo la costa de California. Les pregunté qué debía hacer y me ordenaron que no hiciera nada especial, que estuviera alerta y basta.
Más tarde, a finales de 1972, cuando estaba destinado al 53 Escuadrón de Radar de Michigan, recibí la llamada telefónica de un departamento de policía que me detallaron que unos agentes suyos, aterrorizados, estaban persiguiendo a tres UFOS en dirección al Puente Mackinac, en la Carretera 75, Así que comprobé con el radar que efectivamente [los UFOS] estaban allí. Llamé al NORAD. Aquella zona aérea estaba en ese momento defendida por dos [bombarderos] B-52 y los del NORAD me pidieron a qué distancia estaban los B-52 de los UFOS. Al mismo tiempo tenía que responder muchas llamadas de los departamentos de policía de la región y mi respuesta estándar era: “no aparece nada en el radar”. Estoy dispuesto a testificar ante el congreso bajo juramento.

4; ENRIQUE KOLBECK. CONTROLADOR DE TRÁFICO AÉREO DEL AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MÉXICO.
Buenos días. Mi nombre es Enrique Kolbeck, soy controlador de tráfico aéreo, y disculpen mi inglés, estoy bastante asustado. Nunca antes había hablado ante tanta gente. Estoy aquí porque fui testigo involuntario por mi trabajo… Trabajo en Ciudad de México, como controlador de radar del Aeropuerto Internacional de México. Voy a darles un ejemplo de estos avistamientos en México. Este asunto se ha repetido muchas veces en mi país, desafortunadamente.
Por ejemplo, el 4 de marzo de 1992 detectamos 15 objetos en la sección Oeste del Aeropuerto de Toluca, cercano del Aeropuerto Internacional, a 24 kilómetros. El 29 de julio de 1994 casi tuvimos una colisión entre uno de estos objetos y un vuelo doméstico de Aeroméxico, el vuelo 129, comandado por el piloto Raimundo Cervantes Ruano. Algo  le obstaculizó en pleno proceso de aterrizaje. Este ocurrió por la noche a las 22:00, en una noche sin luna. La semana siguiente, el mismo año y en el mismo momento, el vuelo de Aeroméxico 904 tuvo otra casi colisión con otro objeto que fue informada por el comandante Corso.  Detectamos el objeto en el radar sólo por un momento. Durante la siguiente semana tuvimos muchos informes de avistamientos por parte de pilotos que nos explicaban que podían ver tráfico aéreo inusual, de luces brillantes.
El 15 de septiembre de 1994 tuvimos una detección [de UFO] de más de 5 horas con el nuevo sistema de radar que habíamos instalado. No es común que detectemos el mismo objeto en radar durante más de 5 horas, y aparentemente sin movimiento. Nuestros técnicos comprobaron que el sistema de radar funcionaba correctamente y fue muy sorprendente cuando al día siguiente, recibimos una información por parte de un periodista llamado Jaime Maussan, que estudia casos de este tipo en México, de un avistamiento por parte de mucha gente en la ciudad de Metepec, al sur del aeropuerto de Toluca. Lo que vieron fue un gran platillo volante, de unos 15 metros de diámetro. Según unas cuantas personas, dejó algunos restos en el suelo. El 24 de noviembre de 1994 ya teníamos oficialmente en funcionamiento el nuevo sistema de radar. Desde entonces, teníamos información precisa de estos avistamientos, al mismo tiempo que la visualización por parte de los pilotos. Por eso estoy aquí, porque en consideramos estos eventos pueden ser muy peligrosos para el tráfico aeronáutico, especialmente en mi país.

5; GRAHAM BETHUNE, COMANDANTE DE LA MARINA DE LOS EE.UU.
Me llamo Graham Bethune, soy un comandante retirado de la Marina, piloto con autorización de Alto Secreto. Hace 50 años, en febrero de 1951, estaba volando de Keflavik, Islandia, a Argentia, Newfoundland [Canadá]. Era de noche, era oscuro y a 550 kilómetros a las afueras de Argentia vi un objeto incandescente en el agua, como el resplandor nocturno de una ciudad. A medida que nos acercábamos al objeto, la incandescencia se convirtió en un círculo de proporciones gigantescas de luces blancas en el agua. Lo observamos durante un rato hasta que las luces se marcharon y ya no quedó nada en el agua. Lo siguiente que vimos fue un halo amarillo, pequeño, mucho más pequeño que la formación de luces. Estaba a unos 27 kilómetros de nuestra posición. De repente tomó una trayectoria hacia mí, desconecté el piloto automático y empujé el morro del avión hacia arriba. Estaba yendo por debajo del ángulo que esa cosa llevaba por debajo de mí. En ese momento oí algo en el aire frente al morro del avión. Podía ser que nos hubiera encarado. Algunos de los miembros de la tripulación se cayeron. Ayudé a algunos a levantarse y entonces apareció a la derecha del avión moviéndose lentamente, volando con nosotros. Permaneció a nuestra altitud y pudimos ver la forma que tenía. Pudimos ver un domo, pudimos ver una corona emisora. Volví a la cabina porque le había cedido el asiento al copiloto y le pregunté si había reportado el suceso. Lo podría haber hecho, informando que estábamos atrapados ahí arriba.
En los instrumentos de abordo indicaban 4 ó 5 símbolos del panel encendidos, el área del compás magnético sufría un efecto electro-magnético, la aguja giraba y este tipo de cosas. Cuando la aeronave marchó, fue captada a 3.500 kilómetros por hora.
Teníamos 31 pasajeros a bordo, además de los miembros de la tripulación. Todos lo avistaron desde diferentes ángulos. Cuando aterrizamos en Argentia, las Fuerzas Aéreas nos interrogaron, un excelente interrogatorio del capitán Poulsen. Aterrizamos cerca de la base de pruebas y fuimos requeridos individualmente por la Inteligencia de la Marina para que informáramos. De los Archivos Nacionales, tengo 18 páginas de aquellos informes oficiales de la Marina y las Fuerzas Aéreas. Es un informe modificado, arreglado, pero que muestra la realidad. Léanlo, no les decepcionará. La verdad está aquí. Testificaré bajo juramente ante el Congreso que todo lo que he dicho es cierto.

6; DAN WILLIS, OFICIAL DE LA MARINA DE LOS EE.UU.
Me llamo Dan Willis, estuve en la Marina de los Estados Unidos. Conseguí la autorización de Alto Secreto, el nivel 14 de Autorización de Seguridad para Material Extra Sensible. Trabajé en la oficina de codificación de la Estación Naval de Comunicaciones de San Francisco. En 1969 recibí un mensaje prioritario de un barco navegando cerca de Alaska, que fue clasificado como secreto. El barco informó: “Emergiendo del océano, próximo al barco, un brillo incandescente naranja rojizo. Objeto elíptico de aproximadamente 21 metros de diámetro emergiendo del agua”.
El objeto se proyecto hacia el espacio viajando a una velocidad de 13.000 kilómetros/hora. El radar del barco lo captó.
Luego, durante 13 años trabajé como ingeniero electrónico naval cerca de San Francisco. Un compañero con el que trabajaba había servido previamente en el NORAD En sus inicios trabajando en las instalaciones del NORAD descubrió que había objetos que eran captados por el radar en cualquier lugar del espacio y del cielo. Los objetos se salían de la norma dando giros con ángulos muy abiertos. Cuando preguntó a su superior respecto a estos avistamientos, este le dijo que se trataba de visitas de “nuestros pequeños amigos”.
Estos testimonios son ciertos. Haré una declaración jurada para testificar ante el Congreso. Gracias.

7; DON PHILIPPS. EX EJECUTIVO DE LOCKHEED, EX EMPLEADO DE LA CIA Y EX OFICIAL DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es Don Phillips, estuve en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y trabajé en ciertas agencias de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos. Antes de las Fuerzas Aéreas trabajé para la famosa Lockheed Skunkworks. Estuve trabajando para ellos durante mis años en la universidad y luego continué en calidad de ingeniero de diseño. Fue uno de los momentos de los que estoy más orgulloso de mi vida, en especial al colaborar con un hombre del que seguramente algunos de ustedes habrán oído hablar, Kelly Johnson. Los modelos de avión que fabricábamos, como saben, eran todos clasificados y de alto secreto. Yo llegué al final del proyecto U-2, mi principal proyecto fue después conocido como SR-71. El SR-71 tuvo un predecesor, un modelo especial construido por la CIA. Ambos modelos eran aeronaves espaciales diseñadas para ser ocupadas por un pasajero, el piloto, con capacidad para llevarte de un lugar a otro muy, muy rápido.
Esos SR-71, que conocemos como Black Bird, es el tipo de aviones que todavía siguen clasificados, en esencia por la altitud a la que vuelan y también por los récords de velocidad que mantienen. Estoy muy orgulloso de decir que ese avión tuve un papel muy importante ayudándonos durante la Guerra Fría. El avión precedente es una gran evidencia que sugiere que tal vez, estos aviones tenían un papel diferente una vez en el aire. Cada piloto, conozco algunos de ellos, tenía una asignación antes de cada despegue. La orden y la asignación era previa, inmediatamente antes del despegue y era una notable evidencia que sugiere que, además de su función normal, monitoreaban algunos tipos de tráfico desde y hacia el planeta Tierra. Esto puede ser verificado más adelante.
Este proyecto me permitió dar un salto en mi experiencia militar. Mi primer diseño asignado por las Fuerzas Aéreas de los EE.UU. fue en la base de las Fuerzas Aéreas de Las Vegas. Fue mi primera experiencia en Las Vegas y no entendía cómo hay gente que puede estar tan excitada de ir a un lugar como ése, aunque pronto, un año más tarde, descubrí la razón. La base aeroespacial de Dallas está localizada allí. Dallas es uno de los mayores centros de entrenamiento para diferentes tipos de aeronaves espaciales y cazas de combate. Uno de los principales centros de entrenamiento para pilotos de todo el mundo. No obstante, a mí me asignaron en un puesto de radar a 80 kilómetros de la ciudad, cerca del monte Charlestone. Eso fue en 1965. En 1966, a la 1 o a las 2 de la madrugada, estaba durmiendo en los barracones de la base. Oí mucha agitación. Pensé: “es de madrugada, estamos en verano, hace mucho calor y quizá debería levantarme y echar un vistazo a ver qué pasa.” Me levanté y me dirigí al principal camino de la base, el de mi oficina, que estaba en las oficinas de comandancia. Yo formaba parte del personal de mando, del teniente coronel Charles Evans.
“Quién estaba haciendo todo aquel ruido a esa hora de la madrugada.” Avancé unos 45 metros hasta que me encontré a 4 ó 5 personas. Una de ellas ere el Jefe de Seguridad, que estaba mirando al cielo. Miramos en la misma dirección, Norte Norte-Oeste y para mi asombro, había luces brillando alrededor, en el cielo, moviéndose de un lugar a otro, a unos 4.500 o 7.000 kilómetros/hora […] No obstante, puedo deciros  que aquellas luces oscuras se movían a través del cielo y paraban, absolutamente paradas, y dando media vuelta en cualquier ángulo y dirección. Viajaban rapidísimo, tanto que incluso podías ver el patrón de salida. Cuando ustedes utilizan el ordenador, cuando mueven el ratón muy rápido en la pantalla pueden ver una especie de cola. Eso es lo que veíamos cuando se movían esas 6 ó 7 aeronaves. Tras 5 minutos se agruparon en forma de círculo en el Norte/Noroeste. Lo que quiero destacar es que allí donde se pararon agrupadas, un poco al Este, se encuentra lo que conocemos como Área 51. Área 51 es un centro de la AEC, Atomic Energy Commission. En las Fuerzas Aéreas la conocemos como la base de pruebas de vuelo del Lago Groom. Es allí donde estuvimos probando nuestro prototipo.
Volvamos al círculo en el cielo. Empezó a rotar y entonces desapareció. Me dije “Jesús, aquí hay algo, hay que mantener la calma. Lo verificó el Jefe de Seguridad. Esperamos allí y charlamos por una hora. Vinieron los oficiales de las torres de radar, a 3.000 metros de altura. Bajaban de los observatorios para cenar a eso de las 2 de la mañana. El primero en llegar era un buen amigo mío, Anthony Kasar. Estaba mirando un papel y me dijo si lo había visto. “Claro, ¡qué show más guapo!”
Y él me respondió: “Lo tenemos documentado mediante radar. No nos dieron la autorización, sólo los hemos podido ver parar en orden en el barrido del radar. Tenemos documentados de 6 a 7 UFOS.”
No sabemos quiénes los guiaban pero eran inteligentes seguros, y no sabemos dónde aterrizaron porque desaparecieron. Llegados a este punto, quiero decir que testificaré bajo juramento que lo que he dicho es cierto y así lo declararé ante el Congreso.

8; ROBERT SALAS, CAPITÁN DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Me llamo Robert Salas… Estuve activo en las Fuerzas Aéreas entre 1964, cuando me gradué de la academia militar, y 1971. Mi rango era de capitán.
En marzo de 1967 estaba estacionado en la base aeroespacial de Montana como oficial de lanzamiento de los misiles Minuteman. Una mañana, temprano, el 16 de marzo de 1967, recibí una llamada de mi jefe de seguridad en la superficie. Escuché, según recuerdo, a unos 6 agentes de seguridad entrando en la conversación. Yo estaba en las plantas inferiores, a unos 60 metros bajo la superficie, en una cápsula, monitoreando y controlando 10 cabezas de misiles nucleares en cohetes Minuteman. Recibí la llamada y me informaron de que estaban observando extrañas luces volando en el cielo. Respondí que me llamaran si algo más significativo sucedía. Recibí otra llamada a continuación y esta vez el tono del jefe de seguridad era más intenso. El guardia parecía claramente asustado. Me dijo que había objetos con brillos rojos incandescentes flotando justo sobre la puerta principal. Todos los guardias en el exterior estaban en posición de alerta, con las armas a punto. Tras esa llamada fui a despertar a mi comandante, el coronel Fred Mywald, y le conté lo de las llamadas telefónicas. En ese mismo momento, cuando le explicaba aquello, los misiles empezaron a desactivarse. Uno tras otro cayeron en lo que se denomina una “no go condition”,  no disponibles para ser lanzados. Perdimos entre 6 y 9 misiles en alerta esa mañana. A los pocos minutos recibimos una nueva llamada que confirmaba que había UFOS flotando sobre el acceso principal de la base.
Tras informar al centro de mando, recibimos un informe de un suceso similar en el puesto “echo flight”. Yo estaba en el puesto “oscar flight”. Ellos perdieron todos sus misiles en circunstancias similares y también tuvieron avistamientos de UFOS sobre las instalaciones de lanzamiento. Tenían personal de seguridad y de mantenimiento en la superficie que informaron del avistamiento de UFOS. Un vuelo de patrulla con el comandante Eric Carlson a bordo, capitán de rango, y el teniente coronel Walt Figel, también fueron testimonios.
Tenemos a estos testigos que confirmarán esta historia. También tengo documentación que recibí de instancias de las Fuerzas Aéreas describiendo el incidente e incluyendo en esa documentación la referencia a los UFOS. Tenemos telex reportando el incidente. Uno de esos telex concluía que “el hecho de no haber razón aparente que pueda ser identificada para tener 10 misiles desactivados es motivo de gran preocupación para el cuartel general [de las Fuerzas Aéreas].” Además de estos telex cuento con 12 testigos que pueden verificar partes de esta historia… También he obtenido un informe completo de la base aeroespacial de Maynard, al norte de mi base, acerca de un suceso de agosto de 1966 de un avistamiento de UFOS muy similar sobre los silos de los misiles de esa base. Por otro lado, tengo los informes de un incidente UFO que fue investigado por las Fuerzas Aéreas una semana después del último incidente que acabo de describir. Estoy dispuesto a testificar bajo juramento ante el Congreso.

9, DWYNNE ARNESSON, TENIENTE CORONEL DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días, me llamo Dwyine Arnesson, he trabajado 26 años en las Fuerzas Aéreas como oficial de comunicaciones electrónicas. He servido en todo el mundo, incluyendo Vietnam. He sido comandante logístico en tres bases diferentes de las Fuerzas Aéreas. Tuve autorización de alto secreto SCI-TK; para aquellos que no lo sepan, este nivel está por encima de alto secreto. Me retiré en 1986 como coronel en la base aeroespacial de Wright Patterson, Ohio. Estoy aquí para relatar tres tipos de experiencias diferentes vinculadas a UFOS.
Como joven teniente estacionado en la base de Rammstein, en Alemania, a principios de los años 60, estuve a cargo del centro criptográfico. Tenía autorización de alto secreto. De ese tiempo puedo recordar claramente leer un mensaje que fue enviado a través de mi centro criptográfico acerca de un UFO que se había estrellado en Spitsbergen, Noruega. El mensaje decía que un grupo de científicos se dirigía al lugar del accidente para investigarlo.
Más adelante, en 1967, fui asignado a la 20ª División de las Fuerzas Aéreas, en Great Falls, Montana. Era el oficial a cargo del centro de comunicaciones y también era el oficial de control a cargo del alto secreto de la División. Tenía acceso a la información criptografiada y todas las autentificaciones de lanzamientos nucleares pasaban por mí. De esa época puedo recordar un mensaje codificado que pasó por mi departamento y que decía: “un UFO ha sido visto cerca los silos nucleares y los misiles han sido desactivados.” Por coincidencias de la vida, la primera persona que Boeing [constructor de los misiles] mandó para investigar el incidente y las razones por las que los misiles se desactivaron fue Bob Kaminsky, que fue mi primer jefe en Boeing cuando trabajé luego allí. En varias ocasiones que charlamos en Washington, el señor Kaminsky me dijo que aquellos misiles estaban en perfecto estado. Ese fue el resultado de la investigación.
El último incidente ocurrió cuando estaba estacionado como comandante en la base de las Fuerzas Aéreas de Caswell y tenía contacto con la policía militar de la base aeroespacial de Loring. Me contaron acerca de un avistamiento de UFOS sobre la zona de almacenamiento de las armas nucleares en Loring. Me gustaría testificar ante el Congreso que todo lo que he dicho es absolutamente la verdad.

10, HARLAND BENTLEY, INGENIERO NUCLEAR Y DE MISILES DE LAS FUERZAS ARMADAS DE LOS EE.UU.
Buenos días. Mi nombre es Harland Bentley. Durante 1957 a 1959 tuve el rango de doctor científico en el Ejército de los Estados Unidos. Estuve estacionado al norte de Washington D.C., en la base de misiles Nike Ajax, cerca de Olney, Maryland. En mayo de 1958, a las 6:00 a.m. oí un ruido en el exterior, como una especie de transformador pulsátil. Miré a través de la ventana de mi caserna y vi una aeronave que impactó en el suelo. Piezas de la nave salieron despedidas pero el vehículo inmediatamente despegó de nuevo. Hay mucho más que contar de esta historia pero tenemos que ir un poco más rápido en nuestras presentaciones.
La noche siguiente yo estaba de servicio en la oficina de radar. Recibimos una llamada de la base de misiles de Gaithesburg: “Tenemos entre 12 a 15 UFOS ahí afuera, a unos 15-30 metros sobre nosotros”. Pregunté al oficial cómo sonaban en su vuelo y él tomó el auricular del teléfono y lo puso frente a la maldita ventana y me pidió que escuchara. El mismo ruido que escuché la mañana anterior excepto que había más de ellos. Mi radar estaba en stand by, así que lo activé inmediatamente y marcó un contacto, justo donde procedía el avistamiento. Lo marqué en mi pantalla de radar y unos pocos minutos después despegaron. Tal como despegaron, el barrido del radar captó un contacto. El segundo que tardó en dar la vuelta, el radar los captó a dos tercios de mi alcance de radar y hasta que estuvieron demasiado lejos [para captarlos con el radar], navegaron a una velocidad constante de unos 31.500 kilómetros/hora. Este fue mi primer incidente.
Diez años más tarde me licencié en electro ingeniería. Estaba basado en California. Siento no poder concretar el lugar pero estaba trabajando en un proyecto clasificado que no tenía nada que ver con el asunto que estamos tratando. Mientras estaba trabajando, a las 2-3 de la madrugada, escuché a un astronauta en una transmisión con Houston. No presté especial atención al diálogo hasta que oí la palabra “bogey” [palabra clave para identificar el avistamiento de un UFO]. Inmediatamente identificamos un objeto volador, que era una aeronave ahí en medio desde algún lugar, que estaba en curso de colisión con ese módulo que orbitaba alrededor de la Luna. Escuché durante un rato para dejarlo estar y continuar con mi trabajo. Pero más tarde entonces oí que decía el astronauta: “¡Ahí van!”
En el mundo de los astronautas hay un término llamado “green toro”. No sé si esto todavía es así pero en mis tiempos, cuando un astronauta era el primero en decir “green toro”, los astronautas de la misión y su comandante le tenían que pagar a él y a su familia una cena en un restaurante de lujo. Antes de que los UFOS se largaran, alguien dijo “green toro” […]
Respecto a mi particular experiencia, testificaré ante el Congreso de los Estados Unidos y explicaré lo que sea necesario.

11, JOHN MAYNARD, SARGENTO EN LA AGENCIA DE INTELIGENCIA DE DEFENSA (DIA), DEPARTAMENTO DE DEFENSA DE LOS EE.U.
Mi nombre es John Maynard, me retiré del ejército como Sargento de Primera clase. Durante toda mi carrera, 21 años de carrera, tuve una autorización de seguridad de Alto Secreto. Lo complementé durante ciertos momentos con autorización TK. He tenido acceso a documentos muy, muy delicados. Mi testimonio es básicamente preparatorio. Me retiré de la DIA [Agencia de Inteligencia de la Defensa] en 1980. Cuando eres un administrador [en la DIA], todo en la oficina pasa por tus manos y lo tienes que firmar todo. Firmé y aprobé más de 2.000 documentos. Antes de firmarlos los has de leer, palabra por palabra, para comprobar si son debidamente completos […]
Tenía una buena noción de lo que se estaba detallando en esos documentos y créanme, hay muchísimas referencias a UFOS. También hay fotografías de la NIPC [National Intelligence Photographic Center] que mostraban los objetos completos. Trabajé en varias oficinas de la oficina [DIA], Recibíamos fotografías constantemente para verificarlas y vi algunos objetos en ellas, pero no teníamos las fotos allí por mucho tiempo. Lo normal es que tras aquello hubiera gente que hablara de un “gobierno en la sombra”. Testificaré ante el Congreso que estas operaciones encubiertas existen. Estuve cerca de formar parte de ello pero vi la luz y renuncié. Tenemos que mostrar lo que sabemos y estoy dispuesto a testificar ante el Congreso o ante cualquier otra organización que lo que vi, es cierto.

12; KARL WOLF. SARGENTO DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es Karl Wolf y fui técnico electrónico de precisión fotográfica con una autorización de Alto Secreto para criptografía en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Estaba en servicio en la base aérea de Langley, Virginia. A mediados de 1965, estaba en el proyecto “Lunal Orbiter”, en la NSA [National Security Office], en Langley. El doctor Calley estaba a cargo de ese proyecto. Tenían problemas con algunos componentes del equipo electrónico que estaban ocasionando defectos en la producción fotográfica. Accedí a las instalaciones del proyecto y allí me encontré con científicos de todo el mundo. Me sorprendió que en un proyecto de la NSA hubiera personas de todo el mundo. No tenía sentido para mí. Fui conducido al laboratorio que albergaba el equipo en mal funcionamiento. No podía repararlo en la oscuridad y pregunté por si lo podía hacer en otra habitación. Había un técnico de segunda en la habitación oscura en ese momento. Yo también era una técnico de segunda. Yo estaba interesado en el funcionamiento de todo el proceso de funcionamiento del Lunar Orbiter. Una persona del laboratorio me describió el proceso. Estuvimos hablando unos 30 minutos hasta que, como si fuera lo más normal, me dijo: “Por cierto, hemos descubierto una base en la cara oscura de la Luna.”
Me mostró fotografías de estructuras, edificios con forma de seta, edificios circulares y torres. Tuve un miedo de muerte porque trabajábamos con un sistema de seguridad compartimentada y ese hombre se había saltado las normas de seguridad. Decidí no ir más allá con mis preguntas. Alguien vino un poco más tarde y ahí se acabó. Trabajé en ese proyecto durante tres días más y recuerdo que me fui a casa pensando ingenuamente que llegaría y lo vería anunciado en el telenoticias de la noche. Tres años después sigo esperando. Testificaré bajo juramento ante el Congreso que lo que digo es la verdad.

13, DONNA HARE, DISEÑADORA/ILUSTRADORA DE MATERIAL AEROESPACIAL DE LA NASA.
Me llamo Donna Hare, trabajé para Philco Ford Aerospace [empresa de producción de tecnología aeroespacial] entre 1967 y 1981. Durante ese tiempo fui diseñadora de ilustración. Diseñé para NASA las luces de lanzamiento, las luces de aterrizaje, prototipos de los tableros de despegue y mapas lunares. Éramos una empresa externa pero la mayoría del tiempo trabajé en la sede de NASA, en el edificio 8.
Tuve la oportunidad de hacer horas extras trabajando en los momentos de descanso entre misiones [espaciales]. Estuve en el laboratorio de fotografía de la NASA, que estaba en mi mismo edificio. Tenía una autorización de Secreto, la cual no es muy alta pero me permitía acceder a zonas restringidas como este laboratorio. En una ocasión estaba hablando con uno de los técnicos del laboratorio. Me llamó la atención para que mirara una fotografía de la NASA en la que se distinguía un punto:
“¿Qué es eso? ¿Es un punto en la emulsión [del revelado?”
“Los puntos en la emulsión no proyectan sombras en el suelo”, me respondió él con una ligera sonrisa y los brazos cruzados.
Era una fotografía de la Tierra, entiendo que era la Tierra porque en la imagen se veían pinos, y las sombras de la nave, o lo que fuera, tenían el mismo ángulo que los árboles. Aquello era un UFO y que destacarlo porque aquel hombre habló de un “objeto no identificado”. Pero eso era alto secreto porque le pregunté qué iba a hacer con esa información y él me contestó que “siempre los desdibujamos antes de hacer públicas las imágenes.” En esa imagen estaban analizando unas pequeñas criaturas que aparecían.
Tras aquello decidí hacer más preguntas a otras personas que trabajaban allí. Un guardia me explicó que le pidieron en cierta ocasión que quemara algunas fotografías y que no las mirara. Otro guardia le observaba mientras lo hacía, un colega suyo de trabajo. Al hombre le pudo la tentación y miró unas de las imágenes, en la que aparecía un UFO, según me dijo. En el mismo momento que miró la foto, recibió un golpe en la cabeza. Tenía una cicatriz en la cabeza, cuando hablé con él. El hombre estaba asustado […]
Otro incidente: conocí a una persona que asistió a los astronautas del Apolo [¿la última misión Apolo?] en el proceso de cuarentena. Esta persona me contó que los astronautas vieron una nave en la Luna cuando aterrizaron allí. Estaba persona también estaba preocupada porque los astronautas debían mantenerlo en silencio.
Trabajé  allí por varios años y esas cosas no eran algo que todo el mundo supiera. Mi jefe lo sabía, algunos de los que trabajaban a mí  lado lo sabían... No sé cómo se lo hacían pero algunos tenían acceso a ello y otros, no. Estoy preparada para testificar ante el Congreso. 
  
14, LARRY WARREN, OFICIAL DE SEGURIDAD EN LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Buenos días, damas y caballeros, miembros de la prensa. Me llamo Larry Warren. Hace 20 años, en 1980, era experto en seguridad asignado en la base de la OTAN en Bentwaters, Woodbrige, y en las bases de las Fuerzas Aéreas [de los EE.UU.] en Suffolk, East Anglia. Tenía una autorización de seguridad de Secreto. Vigilaba los arsenales nucleares allí almacenados sin el conocimiento de los ciudadanos de Gran Bretaña. Voy directo a la parte que nos incumbe, la de las tres noches en la que ocurrieron los sucesos UFO.
Estos objetos realizaron incursiones sobre la WSA (weapons storage area), dispararon haces de luz contra las armas, posiblemente afectando su funcionamiento. Estos objetos aterrizaron dos noches y posiblemente se vieron formas de vida en ellos. Esta es una verdad impopular pero son hechos de una extrema importancia para la seguridad, no sólo para el gobierno de Su Majestad sino también para este gobierno [el de los EE.UU.], y continúan bajo la sombra del secreto. Es un asunto muy complejo y extenso pero es un asunto que tiene más que ver con los derechos humanos que con el tema UFO. Hace 20 años esta sala habría estado vacía, veo que hay un giro en la historia. Esto es historia en movimiento, pero por desgracia historia clasificada como secreto. Estaré más que honrado de jurar por mi honor que experimenté lo que hice, que vi lo que vi. Estos sucesos no sólo concluyeron en numerosas negaciones por parte de este gobierno, también se elaboró años más tarde el memorando del teniente coronel Charles Halt, subcomandante en Jefe de la base. El documento parece que sea un relato de ciencia ficción. Se incluía una grabación de audio de cómo eran los objetos, sus medidas y cómo violaron nuestro espacio aéreo. Estos acontecimientos son una de extrema gravedad para la defensa. Espero que a mis compañeros de armas se les conceda inmunidad para testificar [...] 

15, GEORGE FILER III, MAYOR DE LAS FUERZAS AÉREAS DE LOS EE.UU.
Mi nombre es George Filer III y la razón por la que estoy aquí es porque George Filer V [su nieto] está en el ‘hangar’ esperando a nacer el próximo viernes. Soy un oficial de inteligencia retirado, con 5.000 horas de experiencia en vuelo. No creía en UFOS hasta que en 1962 nuestra base en Londres me ordenó perseguir un UFO. Les dije: “¡Claro, cómo no!”
Descendí  de 9.000 metros hasta 300 metros de altitud. El UFO estaba allí  flotando y bajamos en picado para cazarlo. Realmente vi la línea roja de mi avión [peligro de desestabilización del aparato]; así es cómo descubrí que era algo peligroso perseguir UFOS. Fui capaz de detectar el UFO en el radar del avión, a 74 kilómetros de distancia. Se podía ver una luz en la distancia. A medida que nos acercábamos seguíamos recibiendo la señal del radar. La señal del radar era bien clara, como di detectara un objeto metálico. Cuando estuvimos a unos 2 kilómetros de distancia vi una estela en el cielo, la que dejó el objeto cuando despegó, una estela muy similar a la que deja un transbordador cuando despega.
Más tarde, cuando estaba trabajando en los servicios de inteligencia en Vietnam, informé al General Brown acerca de casos UFO. Cuando estuve en la 24 División de las Fuerzas Aéreas, en la base espacial de Mcguire, informé al general Glow acerca de un UFO sobre Teherán, Irán. Eso fue en 1976. Dos cazas de las fuerzas iraníes despegaron para interceptar al UFO pero cuando encendieron su sistema de armas, inmediatamente se desactivó su sistema electrónico y los dos aviones tuvieron que volver a la base. Este suceso es de relevancia porque fue captado por satélites.
La mañana del 18 de enero de 1978, yo estaba en la base de Mcguire para, como era habitual, reportar a los generales en la dirección. Detecté que fuera se podían ver en la distancia unas luces que parecían huir de allí. Cuando llegué al centro de mando, el sargento senior al cargo me explicó que se habían visto UFOS durante toda la noche, “están en el radar, la torre los ha visto y un avión los ha visto. Uno de los UFOS ha aterrizado o se ha estrellado en Fort Dix”, me explicó.
Fort Dix y Mcguire estaban bajo la misma dirección... Un extraterrestre salió de la nave y fue disparado por un policía militar. Aparentemente fue herido y llevado a Mcguire. ¡Por alguna razón a los Alien les gustan las Fuerzas Aéreas pero nuestro Ejército les dispara! En cualquier caso, la policía militar se acercó a él y lo encontraron muerto. Me preguntaron si podía informar a comandancia, al general Tom Sandler, y a las 8:00 a.m., a la espera de recibir yo el informe, me dije a mí mismo: “no creo que sea buena idea hacerlo, el general no tiene mucho sentido del humor.” Tampoco sabía si creerme todo el asunto. Realicé un poco de investigación para confirmarlo y llamé al 38 puesto de mando y allí todo el mundo contaba más o menos la misma historia. A las 8 de esa mañana, antes de reportar al general, me ordenaron que no lo hiciera porque era demasiado fuerte para reportarlo. Esto es lo que tenía que decir. Estoy preparado de explicar esta historia ante el congreso. Es la verdad.
Por todo ello, he seguido interesado en los UFOS. Soy el director en la costa Este de la Red UFO. Entre yo y el Centro Nacional de Informes, liderado por Peter Davenport, hemos obtenido una media de un centenar de reportes semanales de gente por todo los Estados Unidos que ven estas cosas constantemente [...]
  
16, CLIFFORD STONE, SARGENTO DEL EJÉRCITO DE LOS EE.UU.
Buenos días, me llamo Clifford Stone y fui sargento de 1ª del Ejército de los Estados Unidos. Tenía una autorización de Secreto para asuntos nucleares, nivel suficiente para las operaciones especiales en las que estuve involucrado. Estuve implicado en situaciones de recuperación de UFOS estrellados. También había cuerpos muertos en estos UFOS y algunos individuos supervivientes. Mientras estuve en estas operaciones, el gobierno decía al pueblo americano y al mundo que no existía nada de eso [...]
Decíamos al pueblo americano que no existía nada relacionado con UFOS. Yo he estado implicado en la recuperación de estos objetos. Sabemos que son extraterrestres. En 1969, cuando estaba estacionado en Fort Lee, Virginia, fuimos a la zona de Indian Town, Pennsylvania, en la que fue mi primera exposición en las operaciones de recuperación. Más adelante recuperamos otros objetos voladores no identificados. En aquel primer incidente, cuando llegamos ya teníamos personas del equipo de recuperación en el lugar. Nosotros éramos el equipo de apoyo. Éramos equipos preparados para tratar el material EBC y nuclear que había en esa nave. Se La gente implicada explicó más tarde que en esa acontecimiento no hubo nada más que una nave estrellada. Yo sabía más porque fui una de las primeras personas que se acercó a la nave siguiendo los contactos del radar terrestre. Fui la primera persona en acceder a la nave y ver los cuerpos sin vida dentro de ella. Este fue el primer de 12 sucesos de UFOS estrellados en los que estuve involucrado. No son hechos que sucedan cada día, son raros.
Sé que no estamos solos en el universo. Sé que la ausencia de evidencias no es la evidencia de ausencia. Es evidencia de que [estas evidencias] han sido negadas al pueblo americano. Me presento hoy ante ustedes que por Dios todo poderoso que si el Congreso me llama y me pide que testifique en detalle acerca de lo que sé, estaré preparado para ello. Los gobiernos no deben mentir a su gente por ninguna razón. Gracias.

17, MARK MCCANDLISH, DISEÑADOR AEORNÁUTICO.
Buenos días, mi nombre es Mark McCandlish y en los últimos 21 años he trabajado como artista conceptual para varios contratistas de defensa. He estado implicado en la producción conceptual para Rockwell en el proyecto X-30 y también en el programa HSTP [Hipersonic Step Test Programe]. Durante mi carrera he tenidos dos autorizaciones de Secreto.
En 1967, mi padre, militar, estaba estacionado en la base de las Fuerzas Aéreas de Westover, los cuarteles generales del Comando Estratégico Aéreo. Fui testigo, observándolo con un telescopio, de un UFO que flotó durante 10 minutos sobre un área de almacenamiento de armamento nuclear para luego despegar a una velocidad parecida a la del disparo de una bala.
El 12 de noviembre de 1988, un compañero universitario y asociado, Brad Sorensen, me informó  que él personalmente vio 3 UFOS enormes aparcados en un hangar de la base de las Fuerzas Aéreas de Norton, durante su asistencia a una exhibición militar que allí se celebraba. Llamé al congresista de ese distrito, George Brown Jr, que en ese momento era el presidente del comité del Congreso para Ciencia Espacial y Tecnología Avanzada. Asumí que al ser aquella exhibición a la que asistió Brad era para militares de alto rango y miembros concretos del Congreso, asumí entonces que su oficina tendría que estar coordinando las relaciones públicas del acontecimiento. Un miembro de la oficina del congresista no sólo confirmó la exhibición sino que en la exposición se mostraban efectivamente los 3 discos. Estos discos, según me dijo, se mostraron incluso flotando sin ningún medio de soporte visible. Ese funcionario se refirió a ellos como “Reproducciones de Vehículo Alienígena (ARV)”. Los ARV también son conocidos como Flux Liner porque utilizan de alto voltaje. Abreviando, este es un diagrama basado en un esbozo de Brad Sorensen, lo hizo para mí en un formato sencillo poco después de su observación [...]
Más tarde obtuve las fotografías que fueron realizadas en 1967 por el piloto militar Harvey Williams volando en un avión C-47 de las Fuerzas Aéreas a 3.500 metros de altura, a 46 kilómetros al suroeste de la ciudad de Provo, Utah. El vehículo en concreto que aparece [en las fotos] coincide con la forma y las dimensiones del citado ARV.
Más adelante hablé con un caballero de nombre Kent Sellen, que conocí en 1992 en un show aéreo en la base espacial de las Fuerzas Aéreas de Edwards. Era la primera vez que se mostraba en público el bombardero B-2. Sellen me indicó que en 1963, cuando era jefe del equipo de un avión experimental en la base de Edwards, entró involuntariamente en una zona restringida en la que descubrió un avión clasificado ARV. Me describió en detalle aspectos de la configuración y operatividad del ARV que Brad Sorensen desconocía.
Justo después, Brad Sorensen se encontró con el famoso diseñador aeronáutico Burt Rutan. Sorensen llevaba consigo una copia del diseño del ARV para entregársela. Rutan creyó que aquello era una broma y colgó esa copia en la pared de su despacho, para continuar con la broma. Otra persona, más tarde confirmado por mí a través de una tercera fuente, me narró que el coronel Guy Walsch, de la base de Edwards, visitó en cierta ocasión al señor Rutan y vio en la pared del despacho el diseño. Reaccionó con cierto nivel de shock y enfado: “¿cómo demonios has conseguido este diseño?” El diseño era parecido al de un avión que entre la década de los 40 y los 50 estuvo en un hangar de la base de Edwards, en las instalaciones al Norte de la base.
Estuve investigando acerca de este vehículo, buscando en un gran número de documentos desclasificados de las Fuerzas Aéreas. A partir de ello confirmé que a inicios de los 60 estuvieron haciendo pruebas en el túnel de viento con una nave en forma de platillo a una velocidad de Mach 20. En otros documentos desclasificados de la NASA se muestran naves de formas similares […] [muestra los documentos al público] que pasaron pruebas en el túnel de viento a velocidad de Mach 6. Obtuve también la cope de un informe de la oficina de Herculis Aerospace, describiendo el particular tipo de ciencia relacionada con la llamada “energía de punto cero” y “ondas escaladas”. Según Brad Sorensen, estas técnicas son la base para el Sistema de Propulsión de Antigravedad. Este documento que tengo aquí describe encuentros en los que participaron la Oficina de Inteligencia de Defensa (DIA) y la comunidad científica rusa para la investigación de lo que llamamos “tecnologías fundamentales de incapacitación”, que fueron aparentemente descubiertas por Nicola Tesla a principios del siglo XX.
Puedo aportarles mucho más material en detalle y estoy preparado para testificar en detalle respecto a estos asuntos ante el Congreso. Muchas gracias.

18, DANIEL SHEEHAN, ABOGADO.
Mi nombre es Daniel Sheehan, soy abogado y actúo en calidad de consejero general del Disclosure Project. Me gradué en 1967 por la universidad de Harvard en estudios de gobierno americano y derecho constitucional. Obtuve el postgrado en la Escuela de Derecho de Harvard. Fui uno de los consejeros del New York Times para el caso de los ‘Papeles del Pentágono’. Participé en la argumentación del caso ante el Tribunal Supremo para dar finalmente la autorización al New York Times para publicar los 47 volúmenes de documentos clasificados del Pentagono. Después trabajé como consejero especial en la oficina de A- Bally, que representaba a James McCord en el robo del Watergate. McCord escribió la carta al juez George Shurika para revelar la implicación entre los ladrones y la Casa Blanca. Cuando acabo ese caso volví a Harvard, a la Escuela Divinity, para estudiar el máster y posterior doctorado en Ética Social judeo-cristiana y Política Pública. Me contrataron como consejero general en la sede de los Jesuitas de Estados Unidos, en Washington D.C. Fui asignado a la oficina nacional de Ministerio Social, en el departamento de Política Pública.
Yo trabajaba allí en 1977 cuando fui contactado por la señora Marcia Smith, directora de la División de Ciencia Tecnológica de los servicios de estudios del Congreso. Ella me citó y me explicó que el presidente Carter, tras asumir el cargo en 1977, pidió al director de la CIA, entonces George Bush senior, que le facilitara la información clasificada acerca del fenómeno UFO. Esta información le fue rechazada al presidente de los Estados Unidos por parte del director de la CIA. George Bush senior respondió que para tener acceso a estos documentos necesitaba autorización de los Servicios de Estudios del Congreso, necesitaba también contactar primero con la División de Ciencia y Tecnología del Congreso para emprender un proceso de desclasificación. La DCA [Agencia de Comunicación de la Defensa] sospechaba que el presidente estaba preparando esta información para revelarla al público americano.
La oficina de estudios científicos de Marcia Smith fue contactada por el Comité de Ciencia y Tecnología del Congreso y les ordenó que abrieran una amplia investigación acerca de la existencia de inteligencia extraterrestre y la existencia de los UFOS. Fui contactado por la señora Smith por si yo, en calidad de consejero general de los Jesuitas de Estados Unidos, podía tener acceso a la Biblioteca del Vaticano para comprobar qué información tenía el Vaticano sobre inteligencia extraterrestre y el fenómeno UFO. Actué con la autorización del padre William G. Davies, director de la oficina de los Jesuitas en Estados Unidos. Nos rechazaron el acceso como la orden jesuita en Estados Unidos.
Se lo comenté a la señora Smith y ella me pidió que participara en un proyecto que luego detallaría. Yo era asesor especial de la Biblioteca del Congreso. Me convenció que ya que tenía ese acceso a la biblioteca, que me hiciera con los documentos desclasificados del proyecto Bluebook. En mayo de 1977 fui al edificio de medicina de la biblioteca del Congreso. Era un edificio nuevo, prácticamente no había nada. Fui trasladado a una plata subterránea en la que había dos guardas en la puerta y un tercero sentado en la mesa. Confirmaron que mi credencial acreditaba que yo estaba designado como consultor especial de los servicios de estudios de la Biblioteca del Congreso. Fui admitido en la habitación y pude encontrar docenas de fotografías de lo que era incuestionablemente un UFO estrellado en un campo nevado. En la escena había personal de las Fuerzas Aéreas rodeando la nave y haciendo fotos de la nave. En uno de los laterales de la nave se podían distinguir unos símbolos.
Continué pasando fotos para encontrar una imagen más próxima de esos símbolos. Me habían dado órdenes muy claras para que no tomara apuntes. Antes tuve que dejar mi maletín y mis pertenencias fuera de la sala pero me había llevado conmigo [a escondidas] un bloc amarillo. Lo que hice fue sacar el bloc amarillo, reenfoqué el proyector de las fotos hasta que tuviera el mismo tamaño de  la cartulina trasera del blog y copié los símbolos de la nave en la tapa del bloc amarillo. Coloqué los documentos en la bandeja, cerré de nuevo la caja y decidí que era momento de largarse. Cogí el bloc para salir de la oficina. Los guardias me pararon y me cuestionaron qué era eso que llevaba. Tomé el bloc amarillo y frente a él pasé rápido a través de sus páginas. No vio la copia que había hecho. Me lo llevé para realizar un informe ante el Consejo Nacional Eclesiástico para pedir a los 54 altos cargos religiosos en la administración de nuestro país que emprendieran un estudio exhaustivo sobre la inteligencia extraterrestre. La propuesta fue rechazada. Pedí una deliberación a puerta cerrada, que duró 3 horas, en un seminario con los 50 mejores científicos del Jet Propulsion Laboratory [dependiente de la NASA] y del SETI. Eso es lo que hice en 1977. Estoy más que contento de testificar bajo juramento ante el Congreso de los Estados Unidos sobre estos detalles.