divendres, 19 de juny del 2009

Según nuestras lanas

"Lisístrata: Sí, y también vosotros, si tuvierais una pizca de sentido común, según nuestras lanas gobernaríais todo.

Comisario: ¿Cómo? A ver.

Lisístrata: Primero, a la ciudad como el vellón de lana, después de haberle quitado la mugre lavándola en un baño, habría que ponerla sobre un lecho, apalearla para que eche a los sinvergüenzas y sacarle los abrojos; y a esos que se reúnen y se aglomeran junto a los cargos públicos, separarlos con el cardado y arrancarles las cabezas. Después habría que esponjar la buena voluntad común y echarla en un cestito, mezclando a todos, a los metecos, a los extranjeros que sean amigos nuestros, y a los que tengan deduas con el Estado: también a esos mezclarlos ahí. ¡Por Zeus! Y las ciudades, todas las que son colonias de esta tierra, habría que tener una idea clara de que para nosotros son como los copos de lana que están cada uno por su lado; luego se cogen estos copos que forman cada una de ellas, se reúnen y se juntan en uno solo, y después se hace una gran bola y, con ella, se teje un vestido para la gente."

Aristófanes, Lisístrata.